lunes, 20 de octubre de 2008

Breve historia del genocidio en Ruanda

Rwanda fue un protectorado alemán de 1899 a 1916. Tras la Primera Guerra Mundial se convirtió en un mandato de la Liga de las Naciones y después se transformó en un territorio fiduciario de la ONU, bajo administración Belga en ambas etapas.

Su población está conformada por tres grupos: los HUTU (Bahutu, 85% de la población), TUTSI (Batutsi, 14% de la población) y los TWA que forman la población indígena.


Hasta 1950 la educación era disponible solo para los TUTSI. En 1940, sin embargo, muchos TUTSI de Rwanda fueron impulsados para abogar por su independencia.

El Rey Kigari V, quien había gobernado por cerca de tres decenios murió en 1959 y los TUTSI etnocéntricos obtuvieron el poder. Esto contribuyó a una serie de rebeliones de los HUTU, que demandaban igualdad de derechos, en las cuales decenas de miles de TUTSI perecieron.

En 1961, con el apoyo de los colonos Belgas, la mayoría HUTU tomó el control del gobierno, aboliendo la monarquía TUTSI y declarando a Rwanda en república.

La independencia de Rwanda no fue reconocida internacionalmente hasta el primero de julio de 1962.


Más de la mitad de los TUTSI de Rwanda huyeron del país entre 1959 y 1964. El General Juvenal Habyarimana, de la etnia HUTU, tomó el poder en un Golpe de Estado en 1973 en medio de otro período de conflicto étnico.

En octubre de 1990 rwandeses exiliados opositores al régimen de Habyarimana, invadieron Rwanda con el apoyo de Uganda e iniciaron una guerra civil para derrocar al régimen.

Desde 1991 el régimen de Habyarimana había incrementado la represión a la población en una guerra de baja intensidad para acabar con la rebelión, utilizando al racismo como eje instigando y encubriendo las masacres masivas de TUTSI.

Los asesinatos fueron perpetrados por grupos paramilitares. Los paramilitares HUTU eran más de 30 mil, recibieron entrenamiento militar del ejército Rwandés y el apoyo/encubrimiento del régimen de Habyarimana. Pronto cerraron carreteras y revisaban a cada persona que pasaba para eliminar a los TUTSI.

El gobierno creó además listas de personas que deberían ser asesinadas, identificando en ellas a los partidarios de la transición política, a los adversarios políticos, a aquellos involucrados en el movimiento de los derechos Humanos, etc. Incluso algunos HUTU proclives a la reforma fueron condenados a muerte. En esas listas se incluía a la totalidad de la población TUTSI.

Habyarimana fue asesinado en un sospechoso accidente aéreo sobre Kigali el 3 abril de l994, desatando una ola de violencia étnica en contra de los TUTSI y los opositores al régimen. Pero había indicios de que el asesinato había sido planeado y orquestado por un HUTU de línea dura que se oponía a todo arreglo con los TUTSI.

A raíz del asesinato de Habyarimana cerca de 500 mil TUTSI fueron masacrados. El genocidio se había consumado.

En un periodo de 48 horas más de 1 millón de rwandeses, la mayor parte HUTU, cruzaron la frontera y se instalaron en Zaire, provocando el mayor éxodo de refugiados de los tiempos modernos.

Para agosto ya eran cerca de 4 millones de rwandeses los que habían salido del país escapando de la guerra civil.
La comunidad internacional reaccionó tarde ante el genocidio que se había cometido.




ALGUNAS DE LAS CIFRAS


Mientras el mundo recuerda el genocidio en Rwanda, los niños y las niñas del país siguen viviendo los efectos devastadores de aquel brutal conflicto.

Cuando el genocidio terminó en 1994, 800.000 personas habían sido asesinadas, y 300.000 de las víctimas eran menores de edad. Además, 95.000 niños y niñas habían quedado huérfanos.

Prácticamente todos los niños y las niñas del Rwanda fueron testigos de este horror incalificable. Miles de menores de edad fueron víctimas de la brutalidad y la violación, y otros miles más -algunos de sólo siete años- se vieron obligados a participar en operaciones militares y a cometer actos violentos contra su voluntad.

Filmografía:

.- Flores de Ruanda, de David Muñoz
.- Hotel Rwanda, de Ferry George
.- Disparando a perros, de Michael Caton-Jones



6 comentarios:

Anna dijo...

Hays el racismo...este tema me duele mucho, el racismo es devastador, tengo el referente de la masacre nazi, y me cuesta dar opiniones sobre ello.

Graias por informar, graias pr tus datos Mario.

Merce dijo...

Espeluznantes las cifras.
Gracias Mario por traer este episodio de la historia reciente que no debe ser olvidado
Besos

Alfonso Saborido dijo...

Su problema es que no tiene petróleo. En estas crisis africanas... los occidentales tendríamos muchos que decir. Y que callar.

TORO SALVAJE dijo...

Que tragedia, no la conocía tan a fondo.

Que horror el hombre!!!

Anónimo dijo...

No, no tienen petróleo pero en la República Democrática del Congo (RDC), cerca de la frontera con Rwanda, hay coltan (el famoso mineral imprescindible para móviles, etc.) en grandes cantidades. Que casualidad que el boom de los teléfonos móviles se diera a principios de los 90 y que casualidad que la mayoría de éste mineral salga por Rwanda y no por la RDC.

Unknown dijo...

Siempre las grandes potencias: invaden territorios ajenos, roban sus recursos, menosprecian a sus legítimos dueños y luego se lavan las manos.Malditos.Como que hay un DIOS que en esta vida todo se paga.