La Península de Bakassi

La península de Bakassi se sitúa geográficamente en Camerún, aunque se encuentra en conflicto territorial con Nigeria desde la época colonial. Esta península tiene una población de 250.000 habitantes, una superficie de 1000 km² y se trata de una serie de islas cubiertas de manglares.

Desde hace casi un siglo, este territorio es fuente de tensiones entre Camerún y Nigeria a causa de sus riquezas petroleras y pesqueras.

En 1913, un acuerdo entre Alemania y Gran Bretaña otorgó la península a Camerún. Pero una vez que ambos países se independizaron se reavivaron las tensiones firmándose un nuevo acuerdo en 1974.

En 1993, el dictador nigeriano Sani Abatcha agravó la situación con su anexión militar de Bakassi, consiguiendo Camerún en 1994 un arbitraje de la ONU.

En 2002, Tribunal Internacional de Justicia decidió la retrocesión a Camerún, aunque Nigeria se niega a retirar sus tropas.

Fue en 2006 cuando los entonces presidentes de ambos países resolvieron la disputa en conversaciones lideradas por el Secretario General de la ONU y es entonces cuando Nigeria comienza a retirar sus tropas.

Han resultado muy difíciles las negociaciones de esta península camerunesa habida cuenta de los yacimientos petroleros ultramarinos y los recursos pesqueros. Además, la región constituye un punto estratégico de acceso al mar para la flota nigeriana.

Después de estas largas negociaciones, las autoridades camerunesas aceptaron que Nigeria prosiguiera la explotación del oro negro, a cambio del pago de gravámenes. Para los yacimientos a ambos lados de la frontera marítima, la situación aún no ha sido zanjada, pero ambos países proyectan la creación de una zona de desarrollo mixta.

Ahora, la población nigeriana (unos 50.000 habitantes) residentes en la península de Bakassi tienen cinco años para elegir entre emigrar o quedarse, cambiando o no de nacionalidad.

Camerún no aplicará en Bakassi sus legislaciones aduaneras y de inmigración.

A pesar de la buena voluntad de los dos países, son tangibles en la región las tensiones políticas y sociales, con atentados y violencia.

Información: Le Monde Diplomatique