En Marruecos el ritual del matrimonio constituye una parte fundamental de su arraigada tradición aunque hoy en día, como en tantas y tantas cosas y lugares, la modernización ha simplificado las celebraciones.
En Marruecos las bodas son sinónimo de unidad familiar entre ambos
consortes.
La novia se inicia en la
madurez por lo que será bañada en un hamman
para ser protegida y purificada. Después de su baño, se maquillará con
productos naturales como khol, ghasul, suak, aceite de argana, fragancia de
agua de rosas, etc.
Así mismo, la novia será
decorada en pies y manos a base de henna,
una planta medicinal que actúa de talismán ante el mal de ojo.
En la noche de bodas, el novio rapta a la novia y la lleva a casa de
los suegros. Allí será agasajada mientras él lee algunos versículos del Corán.
La fiesta de la familia
continuará durante tres días. No faltarán los pastelitos marroquíes servidos en
tayins.
La fotógrafa Valérie Berlin nos retrata alguna de
estas novias marroquíes.
1 comentario:
Que trajes tan bonitos.
3 días de boda... aquí a los tres días ya han empezado las peleas.
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