sábado, 8 de noviembre de 2014

La conquista de Guinea

                                Mapa de Guinea Ecuatorial


Quizás nos enseñaran, estudiáramos o leyésemos sobre el descubrimiento de América y la colonización de este continente. Es menos sabido que España colonizó otras tierras en África, Asia y Oceanía como Filipinas, Guinea Ecuatorial, Guam, Brunei o las Islas Marianas. En realidad lo desconocemos casi todo sobre la manera en que llegaron a someter a pueblos enteros.

Creo que la colonización de Guinea Ecuatorial es un tema aún muy desconocido en España. Después de leer "Un guardia civil en la selva" de Gustau Nerín he alcanzado a entender el grado de salvajismo de la época para someter a unas personas a las que nunca preguntaron si deseaban pertenecer a un mundo que no era suyo.



                         Territorio Fang a principios del siglo XX


Gustau Nerín es un antropólogo, nacido en Barcelona en 1968, que enseñó en la Universidad Nacional de Guinea Ecuatorial y en la actualidad es profesor en la Escuela Universitaria de Formación de Profesorado de Bata (Guinea Ecuatorial). Ha publicado diversas obras sobre el colonialismo en África: "Guinea Ecuatorial, historia en blanco y negro", "El imperio que nunca existió", "La guerra que vino de África", "Femenina de Falange en la Guinea Española", "Blanco bueno busca negro pobre"  y la que ahora acabo de leer, "Un guardia civil en la selva".

Gustau Nerín es quien mejor retrata en sus libros las brutalidades de las colonizaciones españolas, quien critica que hoy haya gente que gana dinero con la pobreza y quien denuncia los tocamientos a niñas ecuatoguineanas por parte de las congregaciones religiosas de los claretianos.

"Para que los niños europeos se ganen el cielo, es suficiente con que tiren las cosas al lugar adecuado: las botellas, al contenedor verde; el cartón, al contenedor azul y los cachivaches a las cajas para los negritos que necesitan de todo", escribe Gustau Nerín en su libro "Blanco bueno busca negro pobre".

"Testimonios de los años sesenta concuerdan en que los tocamientos a chicas (guineanas) por parte de claretianos no eran ni mucho menos excepcionales, y que la preparación de las chicas para el matrimonio (por parte de los religiosos) podía llegar a ser muy detallada". Texto del libro "Guinea Ecuatorial, historia en blanco y negro".




"Un guardia civil en la selva" es un libro escrito con rigor histórico que cuenta la historia oculta del colonialismo español en África.
Cuando los colonizadores occidentales (españoles, pero también franceses y alemanes) llegaban a la selva, los pobladores temblaban.
A la actual Guinea Ecuatorial, la antigua Guinea Española, llegó Julián Ayala, un teniente de la Guardia Civil cargado de ambición, cruel y sin escrúpulos que no dudó ni un momento en someter a la población a las exacciones más terribles. Ayala y muchos colonizadores más, practicaron el robo, la extorsión, el tráfico de mano de obra semiesclava, el asesinato... Ayala ordenó el genocidio contra uno de los clanes locales: los osumu. Sólo el clan de los osumu se negó a entregar sus armas. "Ni niños, ni ancianos, ni mujeres escapaban a la represión, que incluía violaciones, robos y quemas de poblados", cuenta Gustau Nerín en su libro. A los prisioneros se les ahorcaba colgándolos de una gran acacia. Los cadáveres se arrojaban a una fosa común. "Era un hoyo de más de 20 metros de hondo. Allí se echaba a la gente, incluso viva", cuenta uno de los entrevistados por Nerín.



                                        Julián Ayala


Si quieres conocer más sobre la colonización de Guinea Ecuatorial por parte de los españoles, no dudes de en leer "Un guardia civil en la selva", de Gustau Nerín. Si no tienes cuerpo, lee a la siempre fantástica Corín Tellado.


4 comentarios:

Ernesto dijo...

Y aun hay que aguantar basura como esta que encontré en un blog, es un comentario de uno de los lectores, un indeseable repleto de prejuicios eurocñentricos:

"Los Guineanos, con Franco, vivían como marajás. No tenían ni que trabajar. Refractarios al trabajo de toda la vida, lo mismo ocurría en el continente, menos españolizado que la Isla, donde se cultuivaba el mejor cacao del mundo. En le continente, la explotación maderera era exactamente igual, el jefe del poblado y sus pares eran los “encargados” que no daban palo al agua y los trabajadores, contratados de los países limítrofes, respetando la ancestral costumbre local de trabajar lo mínimo."
https://danipirata80.wordpress.com/2015/01/28/la-verdad-os-hara-libres/

Me dieron ganas de vomitar, pero en fin, el legado franquista sigue vivo y presente en este país de 'bienhechores'.

Hisae dijo...

Supongo que la ignorancia hace decir semejantes tonterías...
Gracias, Ernesto

Ernesto dijo...

Gracias a ti por publicar esta entrada, sobre todo por lo que me toca en lo personal.
Un saludo

Hisae dijo...

Ernesto, supongo que si te toca en lo personal, tendrás muchas cosas que contar...