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En las fronteras lejanas de Etiopía, Hans Sylvester fotografió a las tribus que existen alrededor del Río Omo. La región es un gran valle situado en el borde de la triple frontera entre Etiopía, Sudán y Kenia. Esta garganta se extiende hasta la región del Rift.
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El desfiladero es una zona donde hubo muchos volcanes y las laderas desfiguradas por la erosión han creado grandes sedimentos de rocas y barros pigmentarios. El ocre caolín, el caolín blanco, el verde del cobre oxidado, las cenizas que van desde le negro al blanco pasando por toda la gama de grises, los amarillos luminosos, han hecho de esta parte del mundo una paleta de autor, que se usa para embellecer caras, rostros, cuerpos de ancianos, de niños, de hombres y mujeres de las tribus del Río Omo.
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Ellos llevan el genio de la pintura en su raza, en sus genes anda el diablo de la creación, que les viste con los más diversos colores.
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Dibujan con las manos abiertas, con sus uñas, a veces con un palito de madera ó ayudados por unas hojas y unas palmas.
4 comentarios:
Que belleza de cuerpos,un verdadero arte hay en esta tribu,y espero que perduren.
Besos
Que maravilla como pintan sus cuerpos! Cuantas cosas desconozco de África, sin duda un continente exótico y misterioso. Besos tía Elsa.
Antropología en su mayor esencia :)
Cuánta belleza y cuánta compenetración con la naturaleza !!! qué buenos, me encanta. En Tanzania vimos niños decorados, pintados que también eran super bonitos, pero éstos son increíbles.....
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