Escudo de Mauritania |
Recientemente, ha caído en mis manos un artículo de prensa escrito por Mariano Gambín, Director jurídico de la consultora BMG África, que retrata de la situación actual de Mauritania y de lo aconsejable o no de la inversión extranjera en el país africano.
Me ha resultado muy
interesante saber cómo prospera este país norafricano.
Mauritania es un país en plena expansión económica, social y cultural. Lleva ocho años de estabilidad política (en 2008 sufrió un nuevo Golpe de Estado, dos años después del anterior).
El presidente Mohamed Uld Abdelaziz ha logrado
aprender de sus antecesores y ha dejado perpetuar la dictadura y la corrupción
como modo autóctono de vida. Ha ganado elecciones supervisadas por
interventores internacionales y ha logrado que sus fuerzas de seguridad ya no
pidan en los controles de carreteras.
Se está destinando el dinero
del país a obras públicas, como carreteras, alumbrado, suministro de agua
potable y una gran universidad.
Mauritania es el país con
mayor riqueza pesquera del mundo y las minas de hierro y oro que posee están
entre las mejores a nivel mundial.
Y por fin, hay muy pocos
mauritanos o ningún mauritano en las pateras del Mediterráneo.
El motivo es el movimiento
económico. Hay dinero en Mauritania y está circulando de mano en mano.
La actividad comercial en
Nuakchot (capital del país) y en Nuadibú (segunda ciudad más grande) es intensa
y continuada. La capital está creciendo a un ritmo vertiginoso.
Presidente Mohamed Uld Abdelaziz |
Buenas noticias pues para
Mauritania y el despegue definitivo de la economía africana.
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